jueves, 10 de julio de 2014

Olimaja. El spin-off que iguala al original

Para hablar del Olimaja, hay que hablar un poco del Olimaja II, que es el original. El Olimaja II era (es) un bar situado en Rambla San Sebastian, es el bar donde empezó mi afición por el tapeo, el lugar favorito para ir a tomarse una cervecita y unas bravas con los amigos, hablo de los 90, ¡ya han pasado casi 20 años joder!. El caso es que parte de la famila ese Olimaja II (existe un Olimaja I allá por donde el pabellón nuevo pero desconozco la relación entre ambos locales), decidió montar otro Olimaja (este sin numerar) en la Calle San Ramón esquina San Silvestre, cerquita del Mercat de Sagarra. Con el paso de los años el Olimaja II original fue vendido o traspasado... ¿a quien le importa?, el resultado es que ya no están los mismos.

He decidido empezar este gastro-recorrido colomenc por el Olimaja básicamente porque soy cliente habitual y que mejor que empezar esta pequeña aventura jugando en casa, ¿no?. "¿No es un poco parcial hacer una crónica de un bar del que se es cliente habitual?" -preguntará el lector-, Pues si -responderé yo-, seguramente, pero pensémoslo de esta manera: si el bar fuera una mierda yo no seria cliente habitual, o sea, que si voy allí es porque me gusta.

La decoración del Olimaja no os va a dar ninguna sorpresa, en las paredes abundan motivos futbolísticos ya que el bar tiene su propio equipo de futbol, sin olvidar alguno de esos inevitables posters para hacer porras. Lo único que se sale de lo normal, aunque no se si llamarlo decoración, es la cotorra que habita en una esquina del bar con la que, en dias poco ruidosos, hasta se puede mantener una conversación absurda.

El ambiente. Si buscáis tranquilidad amigos, iros a otro bar, el Olimaja es un bar familiar y futbolero, por lo que los dias de partido, si tenéis suerte de encontrar sitio, no esperéis poder mantener una conversación con nadie.

Bueno, llegamos pedimos una caña (no ponen nada para acompañar, pero presumo que es porque estamos en mesa y venimos a cenar) y ojeamos la carta. En la carta tampoco encontraréis sorpresas: tapas, bocatas y platos combinados, pero bueno, para que contaros rollos pudiendo ver la foto que le hice (ante los improperios de mis compañeros de mesa que me llamaban "friky!")

La Carta del Olimaja, repleta de clásicos de toda la vida

El servicio (lo que viene siendo la atención al cliente, no el lavabo): son eficientes, rápidos y te atienden con simpatía. Están acostumbrados a vivir sábados futboleros con el bar repleto de energúmenos y ruido ensordecedor y eso se nota. 

El servicio (lo que viene siendo el lavabo, no la atención al cliente): limpios, sí, y pequeños,  vamos, que si hacéis un conocimiento y queréis echar uno rapidito en el Olimaja sufriréis;  aparte de que si tardáis más de dos minutos tendréis a algún cliente aporreando la puerta... y si tardáis más de tres posiblemente al dueño.



Vamos con la comida. Los bocatas del Olimaja, todos los que hayais ido lo sabréis, no os dejarán con hambre; tamaño considerable y relleno también considerable, en concreto el que me pedí yo (y seguramente el bocata estrella del local) el de pinchos con Alioli es de esos que es casi imposible comerse sin cortarlo. El Alioli regalima y siempre hay algún pincho de los laterales que cae irremediablemente lo que hace que sea todo un reto salir con la ropa impoluta, pero esos pinchos en su punto y ese alioli casero hacen que valga la pena cada puta mancha.




Las bravas, patatas cortadas en poligonos irregulares, crujientes y doraditas en su punto, recubiertas completamente con el mismo Alioli casero de los pinchos. El picante, hacedme caso, que os lo pongan a un lado, es uno de los picantes más jodidamente picantes (valga la rebuznancia) que nunca he probado, comerse la última brava, que es irremediablemente la que queda recubierta de picante, es toda una prueba de valor.

Aunque en este blog me centraré en las bravas (que para algo son la tapa clásica), también mencionar que en el Olimaja, en general, todo está muy bueno, pinchos, morros, alitas..., además tienen el detalle de poner rebanadas de pan (solo o con tomate) con lo que os podeis pegar el gustazo (y lo hareis) de limpiar los platos a base de rebañar.

¿Mi resumen?, local correcto, buen tapeo, buen servicio pero si no os gusta el bullicio evitad ir en dias de partido en general o Sabados noche en particular.

Bar Olimaja
Carrer Sant Ramon 33 esq. San Silvestre
Horario 7:30 a 23:30 (Descanso Domingo)
Telf. 93 385 76 24





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